SONETO DE DESAMOR
Que atrás
quede aquel suplicio que siento
pensando en
tu amar al son de la lira,
iluso fui
creyendo en tu mentira
con palabras
llevadas por el viento.
En mi mente
solo queda tormento
de lo
efímera que fue aquella pira,
que ardiendo
clavada dejó una vira
con tu falso
amor trocado en lamento.
Pobre de
aquel que caiga en esa red
de la que en
su día fui prisionero
y persistí hasta
el último te quiero.
Vendrá tu
boca muriendo de sed,
mas ya no
habrá agua en aquella fuente
que deja un
cauce de un pesar vehemente.
Gracias, Pablo.