sábado, 1 de julio de 2017

UN POEMA PARA JULIO

Para celebrar este mes de julio que hoy empieza, nada mejor que este poema de José de Zorrilla (1817-1893), insigne poeta y dramaturgo (el del Tenorio) romántico. Canta aquí a la siesta de julio.



LA SIESTA

Son las tres de la tarde, julio, Castilla.
El sol no alumbra, que arde; ciega, no brilla;
la luz es una llama que abrasa el cielo;
ni una brisa una rama mueve en el suelo.

Desde el hombre a la mosca todo se enerva;
la culebra se enrosca bajo la hierba;
la perdiz por la siembra suelta no corre,
y el cigüeño a la hembra deja en la torre,

Ni el topo de galvana se asoma a su hoyo,
ni el mosco pez se afana contra el arroyo,
ni hoza la comadreja por la montaña,
ni labra miel la abeja, ni hila la araña.

El agua el aire no arruga, la mies no ondea,
ni las flores la oruga torpe babea;
todo el fuego se agosta del seco estío;
duerme hasta la langosta sobre el plantío.
Sólo yo velo y gozo fresco y sereno;
sólo yo de alborozo me siento lleno;

porque mi Rosa
reclinada en mi seno,
duerme y reposa.

Voraz la tierra tuesta sol del estío;
mas el bosque nos presta su toldo umbrío.
Donde Rosa se acuesta brota el rocío,
susurra la floresta, murmura el río.
¡Duerme en calma tu siesta, dulce bien mío!

¡Duerme entretanto,
que yo velo: duerme,
que yo te canto! 


José de Zorrilla

¡FELICES SIESTAS JULIANAS!

(La imagen es una reproducción del cuadro Flaming June, pintado en 1895 por Sir Frederic Leighton)