domingo, 25 de septiembre de 2016

LEVAMOS ANCLAS

Sí, levamos anclas, comenzamos nuestro viaje. Tenemos por delante un nuevo curso que empezamos, como siempre, con ilusión y con cierta inquietud.

Para arrancar, nada mejor que el poema de Constantino Cavafis (1863-1933) Ítaca. Su viaje a Ítaca es una metáfora de la vida, nosotros, más humildes, vamos a convertirlo en una metáfora del curso que empieza, y se lo dedicamos especialmente a nuestros alumnos de 4º de la ESO y de 2º de Bachillerato, que no saben qué se van a encontrar cuando lleguen a su destino. Son las irracionalidades de la política.

Sumamos a su incertidumbre la nuestra y les deseamos un viaje rico y enriquecedor. Sea lo que sea lo que les esté esperando en Ítaca, esperamos que lleguen allí más sabios que cuando zarparon.


ÍTACA

Cuando emprendas tu viaje a Ítaca 
pide que el camino sea largo, 
lleno de aventuras, lleno de experiencias. 
No temas a los lestrigones ni a los cíclopes 
ni al colérico Poseidón, 
seres tales jamás hallarás en tu camino, 
si tu pensar es elevado, si selecta 
es la emoción que toca tu espíritu y tu cuerpo. 
Ni a los lestrigones ni a los cíclopes 
ni al salvaje Poseidón encontrarás, 
si no los llevas dentro de tu alma, 
si no los yergue tu alma ante ti.
Pide que el camino sea largo. 
Que muchas sean las mañanas de verano 
en que llegues -¡con qué placer y alegría!- 
a puertos nunca vistos antes. 
Detente en los emporios de Fenicia 
y hazte con hermosas mercancías, 
nácar y coral, ámbar y ébano 
y toda suerte de perfumes sensuales, 
cuantos más abundantes perfumes sensuales puedas. 
Ve a muchas ciudades egipcias 
a aprender, a aprender de sus sabios.
Ten siempre a Itaca en tu mente. 
Llegar allí es tu destino. 
Mas no apresures nunca el viaje. 
Mejor que dure muchos años 
y atracar, viejo ya, en la isla, 
enriquecido de cuanto ganaste en el camino 
sin aguantar a que Itaca te enriquezca.
Itaca te brindó tan hermoso viaje. 
Sin ella no habrías emprendido el camino. 
Pero no tiene ya nada que darte.
Aunque la halles pobre, Itaca no te ha engañado. 
Así, sabio como te has vuelto, con tanta experiencia, 
entenderás ya qué significan las Ítacas.


C. P. Cavafis,  traducción de Pedro Bádenas de la Peña

Para los más perezosos, os ofrecemos el poema recitado por José María Pou, aunque es otra versión. 


No hay comentarios:

Publicar un comentario