Poesía que llega desde África: Wole Soyinka (Nigeria, 1934).
Aunque
llegué al final del viaje,
jamás sentí que hubiera llegado.
Tomé la carretera
que sube despacio la cuesta de las preguntas, y que me lleva
incluso a descender a la tierra que conduce a casa. Yo sé
que mi carne está limpiamente mordisqueada, perdida
para el perturbado pez entre las vainas susurrantes.
Yo los dejé atrás en mi camino.
jamás sentí que hubiera llegado.
Tomé la carretera
que sube despacio la cuesta de las preguntas, y que me lleva
incluso a descender a la tierra que conduce a casa. Yo sé
que mi carne está limpiamente mordisqueada, perdida
para el perturbado pez entre las vainas susurrantes.
Yo los dejé atrás en mi camino.
Y así también con el pan y el vino
necesito la repartición de derrota y carestía
Yo los dejé atrás en mi ruta
Jamás sentí que hubiera llegado
Aunque amor y bienvenida me atrapan en la casa
los usurpadores pasan mi copa en cada
banquete como en una última cena.
necesito la repartición de derrota y carestía
Yo los dejé atrás en mi ruta
Jamás sentí que hubiera llegado
Aunque amor y bienvenida me atrapan en la casa
los usurpadores pasan mi copa en cada
banquete como en una última cena.
No hay comentarios:
Publicar un comentario