Los que querían participar en esta actividad tenían que coger una tarjeta con una palabra con "luz" y otra con una palabra con "sombra", al azar, por supuesto. Con ellas, tenían que componer un microrrelato.
Hubo muchos, muchísimos. Hemos seleccionado algunos.
Cuando estás triste, todo parece sombrío.
De pronto aparece esa persona y te llena de alegría, sobre todo de amor.
Después del crepúsculo, hay un día
luminoso.
Un señor muy alegre tenía una vida muy
tranquila, hasta que empezó el apocalipsis zombi. Estuvo escondido muchos
meses. Esperó a que el mundo acabase y finalmente, decrépito, murió.
Iba yo un día de frío invierno por un
bosque oscuro, de pronto apareció de la nada un coche, miré al cielo para
guiarme, por las estrellas y, al final pude regresar a casa.
Un hada esperaba en su lúgubre cueva.
Estaba triste. Hacía demasiado tiempo que no salía a la luz de la luna. Su
brillo solo se veía por la noche, por eso quería pasar desapercibida. De
repente, un temblor sacudió su escondrijo y la hizo salir. Esto la dejó
embobada, miraba las estrellas y veía la magia de la noche. Olvidó cualquier
peligro y disfrutó de la vida.
Dos chicos entraron en una casa
tenebrosa, se asustaron tanto que nada más ver la puerta corrieron como nunca
al camino que daba a la paz. Los chicos no volvieron a pisar la casa tenebrosa.
Había una vez una estrella que perdió su
paciencia. Cegada por su inquietud, no vio que su paciencia estaba justo
delante.
Había una vez una guerra que duraba y
duraba y jamás se acababa, porque un malvado con un pensamiento sombrío la
hacía durar. Hasta que un día llego la paz.
El viajero intentó defendernos de la
oscuridad pero no pudo. El viajero había caído. La tenebrosidad rondaba por
todas partes hasta que un grupo de solidados consiguió tras un largo trayecto,
revivir al viajero, vencer a la oscuridad y lograr que la paz reinara para
siempre.
Había una vez una niña llamada Cecilia
que vivía en su época de juventud. Era una buena persona, pero sentía un odio
atroz a las personas que la traicionaban. Eso tenía que cambiar…
El anochecer del día 28 de marzo fue muy luminoso, había
mucha gente en las calles. Cuando anocheció, un monstruo apareció.
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