viernes, 12 de febrero de 2016

A VUELTAS CON EL CONDE LUCANOR III



LO QUE LE SUCEDIÓ A UN HOMBRE QUE NO PODÍA DEJAR DE FUMAR.


Se encontraba Jaime hablando con su mejor amigo, Alberto, y le dijo:
-Alberto, llevo tiempo intentando dejar de fumar y por más que lo intento no soy capaz, ni los chicles de nicotina ni el cigarro electrónico me ayudan. Por favor, ayúdame a dejarlo.
Alberto lo escuchó con mucha atención y le dijo:
-Jaime, tu problema me recuerda mucho al que tuvo mi hermano Antonio.
Jaime le pidió que se lo contara.
-Tuve un hermano llamado Antonio que empezó a fumar desde muy joven. Él siempre decía que quería dejarlo y que utilizaba métodos como los parches de nicotina para ello, pero realmente lo que le faltaba era voluntad, realmente no quería dejarlo y no se esforzaba para ello. Esto se debía a que aún no le había provocado ninguna enfermedad. Varios años más tarde, le diagnosticaron un cáncer de lengua y de pulmón, pero era tan adicto que no pudo dejarlo, lo que le provocó una metástasis y le ingresaron en el hospital urgentemente. Allí dejó de fumar, pero estaba muy angustiado porque su cerebro lo necesitaba y la metástasis era tan grande que al final no pudieron hacer nada y murió.
Así que ya sabes, Alberto, si realmente quieres dejar de fumar, lo que más te ayudará será tu fuerza de voluntad y no los métodos farmacéuticos, pero como sea demasiado tarde te será muy difícil dejarlo.
Alberto siguió el consejo de Jaime y consiguió dejar de fumar poco tiempo después.
Y como vi  que este cuento era bueno, lo hice poner en este libro y escribí  unos versos que dicen así:

“Si un vicio quieres dejar,
tu fuerza de voluntad deberás utilizar”.


Javier Martínez Estévez, BCT11

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