VALORACIONES SOBRE LA EDAD DE LA IRA
La edad de la ira es una novela que me ha parecido muy interesante por la forma
que tiene el autor de contar la realidad. En el libro aparecen temas tan reales
como el bullying, los problemas
familiares, las redes sociales, la homofobia o el acoso. Es una novela con la
que me he sentido muy identificada, porque muchos personajes pasan por cosas
parecidas a las que yo he vivido. Por ejemplo, uno de los personajes –Ahmed- es
rechazado y discriminado por ser de otro país o por ser nuevo en el instituto.
También me ha gustado la forma en la que se describe el sistema educativo: no
conozco ninguna novela donde describan de forma tan realista un instituto.
Normalmente, suelen escribir sobre el típico instituto americano perfecto,
omitiendo el sufrimiento que pueden soportar algunos alumnos durante esos años,
o los profesores que no cumplen con su trabajo.
Lo que más me ha gustado ha sido la forma
de representar el día a día de muchos adolescentes. El autor no pinta la
adolescencia como algo bonito y cursi, sino que nos enseña también la cara
oculta de un mundo idealizado.
Me ha parecido un libro muy bonito que
deberían leer todos los que prefieren cerrar los ojos antes de ver la realidad.
Más que un libro juvenil, debería ser también para los padres o los adultos en
general, porque ofrece muchos temas para analizar.
Sobre los temas que se tratan destaco el de
la homosexualidad y el peso de la religión en la familia del protagonista. Dan
mucho que pensar.
C.R.
En mi opinión, esta novela es idónea para gente que busque una
literatura realista que cuente más allá de todo lo que nos han vendido, porque
trata temas que la gente esconde por vergüenza o por miedo a las represalias o
simplemente se ignoran porque se piensa que hablar de ellos no va a cambiar
nada.
El tema de la obra que más me ha interesado es el de la
homosexualidad porque el autor desmantela totalmente los estereotipos tanto del
profesor como de lo que se supone que debe ser una familia, y, sobre todo,
porque rompe con los clichés todavía vigentes sobre los homosexuales: me gusta
que no describan a Marcos como un chico afeminado, delicado e inofensivo.
El personaje que más me ha interesado ha sido Álvaro, el tutor
de Marcos, porque habla de temas que son muy cercanos para mí y porque me ha
ayudado a entender la situación de estrés y ansiedad que puede llegar a sufrir
un docente, y esto me hace recordar que, aunque se nos olvide, los profesores
son personas con sus características propias, sus problemas, sus opiniones…
E.J.
Cuando comencé a leer el libro, sinceramente, me pareció
aburrido, pero poco a poco ha ido llamando mi atención. He de decir que el
comienzo no estaba tan mal: un asesinato y, encima, el supuesto asesino es el
hijo, un menor de edad; me pareció interesante. Por otro lado, me resultó un
poco aburrido leer los correos electrónicos que mandaban los personajes porque
decían muchas cosas, pero pocas que merecieran la pena. Me ha parecido
interesante que haya tantos personajes y tan diferentes unos de otros, cada uno
con su vida y sus problemas. También me ha gustado que se trate el tema de la
homosexualidad y el del acoso, porque son problemas que suceden cada día. En fin, creo que es un buen libro.
Yo me imagino a Marcos como un chico normal, guapo, listo,
atrevido, descarado, que llama la atención de la gente por su forma de ser. Creo
que es un chico charlatán, pero que sabe guardar silencio cuando se debe. Habla
de forma educada, aunque depende de con quién hable. Es un chico sensible, pero
se hace el duro delante de los demás. Por otra parte, tiene dudas sobre su
orientación sexual, algo normal a su edad, y lo pasa bastante mal con su
secreto. Quizás le importa demasiado la opinión de los demás. La relación que
tiene con su familia no es muy buena. Tras la muerte de su madre, Marcos
demuestra lo fuerte que es. Me parece una persona leal y con un corazón noble.
T. C.
Me
parece una novela cien por cien recomendable, sobre todo para padres y
profesores, ya que muestra muchas facetas de lo que ocurre dentro y fuera de
los institutos. Te ayuda a abrir los ojos y a prestar más atención a lo que
ocurre dentro de las aulas.
Cuando estás leyendo, a veces te gustaría entrar en el libro y
meterte en medio de algún diálogo, pero, por desgracia, no se puede.
Creo que es un libro muy educativo, porque te enseña a que no se
debe juzgar a los demás sin conocerlos; que no te puedes meter en sus vidas
como si fueras parte de ellas; que si ves algo que no está bien, ha que decirlo
sin miedo, que no hay que callarse para no convertirse en cómplice.
A. R.
Cuando termina esta novela, te quedas con ganas de leer más:
faltan un par de páginas para que queden claras todas las incógnitas que el
libro te ha creado. Es malvado por parte del autor.
Hacía mucho que no leía, y esta novela ha conseguido que retome
la lectura con gusto y no como una obligación; sin embargo, era una obligación.
Me parece un libro fuera de lo común, supongo que eso era lo que pretendía el
autor.
En
la obra se tratan temas que están a la orden del día y que muchos adolescentes
conocen o viven. La crítica a la educación me pareció un tema bastante
interesante, sobre todo porque son los propios profesores los que la hacen. Me
parece una crítica muy dura con la que no estoy del todo de acuerdo. Supongo
que habré tenido suerte con los profesores y con los compañeros que me han
tocado en la vida. Es verdad que hay malos profesores, es verdad que hay
alumnos horribles, pero si todo el mundo habla de los malos y no de los buenos,
está claro que la imagen de la educación será mala. Hay que fijarse también en
lo positivo, y eso no se ve mucho en el libro.
En conclusión, me gustan los temas que trata, me gusta el cambio
de letra que va marcando cuando habla cada personaje… No me ha gustado tanto el
final agridulce.
M.G.
En general, la novela está bien, trata temas interesantes y un
poco duros sobre la vida. Sin embargo, ha habido veces en las que te daban
mucha información que no aportaba nada a la historia, y esto ha hecho que el
relato se me hiciera algo lento en algunas partes.
El tema que más me ha interesado ha sido el de la familia. En el
caso de Marcos, la familia no era lo mejor que tenía. Nunca le apoyaban, y su
padre siempre le estaba machacando. A veces, la familia no es lo mejor que
puedes tener, y este tema se trata en el libro con mucho realismo.
Marcos
es un chicho que aparenta ser popular entre su grupo de amigos, positivo y
lleno de energía, pero en el fondo tiene muchos problemas e intenta dar una
imagen que no se corresponde con la realidad.
S.R.
La
edad de la ira me ha gustado bastante por varias razones. Trata de la
adolescencia, sobre cómo somos y cómo nos comportamos en esta etapa de nuestra
vida; eso me ha gustado, porque me parece muy real todo lo que cuenta. También
me ha gustado mucho la intriga de la novela. Por otra parte, me ha parecido un
poco triste la situación de Marcos, todos los problemas que tiene en su casa,
los problemas que se le presentan…, no se merece todo eso, porque es un buen
chico.
El tema que más me ha interesado ha sido el
del acoso escolar. Me parece que es algo que está hoy en día muy presente, y es
muy triste. Ninguna persona se merece sufrir por culpa de los demás.
A.G.
Al principio no me gustó mucho la novela, pero, a medida que fui
leyendo, me fui enganchando por el misterio que lleva hasta el final y por
todos los problemas que sufren los personajes. Me ha gustado por su actualidad
y por la forma de contar la historia.
El tema que más me ha interesado ha sido el
de la homofobia. Me parece indignante que todavía hoy haya personas como
Gerardo, el director, o los padres de Adrián que sean tan irrespetuosas; por no
hablar del padre de Marcos, que le hacía la vida imposible por ser gay. Lo veía
como algo anormal, como una enfermedad, y lo llevaba al psicólogo.
C.M.
La
edad de la ira me ha gustado mucho porque se tratan temas actuales. Es un
libro que habla sobre la vida de un chico que es juzgado por su familia y sus
compañeros de clase solo por tener una condición sexual diferente. Hacía mucho tiempo
que un libro no me intrigaba tanto, aunque al final tengas que deducir por ti
mismo el desenlace de la historia. A veces me perdía un poco en los saltos de
unos narradores a otros, así que tenía que estar muy concentrado para leerlo.
En general me parece un buen libro, ya que
trata de chicos de nuestra edad, tiene intriga y habla sobre un tema muy
actual, como es el acoso.
A.F.
Me parece una novela muy interesante y
propia para adolescentes porque podemos incluso vernos reflejados en algún
personaje o en alguna situación. También me ha gustado el que use un lenguaje
coloquial propio de adolescentes. Hay pensamientos y reflexiones difíciles de
expresar, pero el autor sabe trasmitirlos con facilidad al lector. Es
interesante que se traten temas como la homosexualidad en personajes como
Álvaro, el tutor de Marcos, quien quiere mostrar su condición, pero, a la vez,
tiene miedo de la opinión de los alumnos y de sus compañeros. Por otro lado,
aparecen cosas que recuerdan el día a día de cualquier adolescente: el amor,
fumar, probar cosas nuevas, depresiones, altibajos, opiniones contradictorias,
amistades, falsas amistades… Los compañeros de Marcos son un reflejo de los
distintos tipos de amistad que se pueden tener, como Sandra, que es su mejor
amiga, a la que le cuenta todo.
Me llamó bastante la atención la crítica al
sistema educativo: aparecen profesores con desgana y sin vocación, tutores que
no se preocupan por sus alumnos, profesores vocacionales, lo poco que cobran
para las horas que dedican a su trabajo, alumnos que abandonan el instituto,
etc.
Tengo que reconocer que el final no me
gustó mucho, porque queda demasiado abierto para el lector.
J.M.M.
Esta novela es una obra para recordar. Me ha parecido que
representa muy bien a la adolescencia de hoy en día y sus problemas: el acoso,
el rechazo de los que son diferentes, el sentirse solos e incomprendidos…
Además, es un libro que engancha porque tiene un poco de misterio.
Los personajes que más me han interesado
han sido Raúl y Sandra, porque han sido los que han estado ayudando a Marcos,
los que le han escuchado. Me identifico con ellos porque siempre intento
escuchar y aconsejar cuando alguien lo necesita. Ser un amigo no solo significa
pasar buenos momentos, sino también es estar ahí pase lo que pase.
Recomendaría este libro a todos los
jóvenes, pero sobre todo a aquellos que son homosexuales y tienen miedo a
decírselo a sus padres.
A.V.
(Las imágenes pertenecen a representaciones de la versión teatral de la obra hecha por el propio autor)
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