sábado, 27 de febrero de 2016

HORRORES ORTOGRÁFICOS

ORTOGRAFÍA DE SALDO



¿Hicieron estos carteles dos personas diferentes, una analfabeta funcional y la otra con luces? ¿Fue la misma persona, pero dudó y decidió resolverlo a la manera salomónica? ¿Es más barata la camiseta de la derecha por tener tara ortográfica? ¡Dios, qué estrés!

Veamos, RAYAS (líneas, trazos) se escribe con Y.

Es cierto que también existe la palabra RALLAS, pero se trata de la segunda persona singular del presente de indicativo del verbo RALLAR, que significa DESMENUZAR. No lo olvidemos: queso RALLADO, RALLADOR ...

Pero: una camisa de RAYAS, un traje RAYADO, un disco RAYADO...

Y cuando nuestros alumnos dicen eso de "Me estás RAYANDO"; ¿es así o es RALLANDO? Nos los aclara el diccionario de la RAE en su última edición: “rayar” es un verbo transitivo que significa “trastornar, volver loco”, y su uso es coloquial. Todo aclarado.

No nos rayemos.


sábado, 20 de febrero de 2016

CENTENARIO DE LA MUERTE DE RUBÉN DARÍO

CIEN AÑOS SIN EL PRÍNCIPE DE LA PALABRA




Lo sabemos, vamos atrasados; la efemérides fue el 6 de febrero, porque justo ese día, en 1916, fallecía en León (Nicaragua) el gran Rubén Darío. A su lado estaba Rosario Murillo, la garza oscura que por fin triunfaba: Rubén ya no sería de nadie más, solo suyo. Lejos, muy lejos, había quedado su compañera más querida, Francisca Sánchez, con su baúl azul lleno de recuerdos.

Podríamos contar muchas cosas del gran poeta, pero solo vamos a dejar aquí el poema que le dedicó su amigo Antonio Machado. Antonio estaba en Baeza y recibió la noticia de la muerte del poeta nicaragüense con pena. 

EN LA MUERTE DE RUBÉN DARÍO


Si era toda en tu verso la armonía del mundo,
¿dónde fuiste, Darío, la armonía a buscar?
Jardinero de Hesperia, ruiseñor de los mares,
corazón asombrado de la música astral,
¿te ha llevado Dionysos de su mano al infierno
y con las nuevas rosas triunfantes volverás?
¿Te han herido buscando la soñada Florida,
la fuente de la eterna juventud, capitán?
Que en esta lengua madre la clara historia quede;
corazones de todas las Españas, llorad.
Rubén Darío ha muerto en sus tierras de Oro,
esta nueva nos vino atravesando el mar.
Pongamos, españoles, en un severo mármol,
su nombre, flauta y lira, y una inscripción no más:
Nadie esta lira pulse, si no es el mismo Apolo,
nadie esta flauta suene, si no es el mismo Pan.


Una anécdota: Antonio Machado era catedrático de Francés del instituto de Baeza, y el 10 de junio de ese mismo año -recordemos, 1916- llegó a la ciudad un grupo de estudiantes de la Universidad de Granada en viaje de estudios. La visita a don Antonio era obligada, pues ya era uno de los poetas más admirados de la época. Machado les leyó el poema dedicado a Rubén Darío. Entre los estudiantes estaba Federico García Lorca.  

Nota: algunos alumnos de 4º de la ESO están realizando un trabajo para recordar a Rubén Darío. A lo largo del curso irá viendo la luz. Daremos buena cuenta de ello.


martes, 16 de febrero de 2016

HORRORES ORTOGRÁFICOS

Comenzamos aquí nuestra sección HORRORES ORTOGRÁFICOS, donde iremos recogiendo las faltas de ortografía que vayamos encontrando por ahí. No es tarea difícil: nuestra lengua sufre maltrato físico y psicológico por todas partes. 

Por supuesto, se admiten aportaciones.

ANÁRQUICA ORTOGRAFÍA



Nos ha llamado la atención esta pintada por la contundencia de la tilde en EXPRESIÓN y el olvido de la misma en ANARQUIA Y MAS

ANARQUÍA lleva tilde sobre la "í" para romper el diptongo y convertirlo en un hiato, como bien saben (o deberían saber) nuestros alumnos. 

Por otro lado, MÁS lleva tilde diacrítica porque es un adverbio de cantidad y hay que diferenciarlo de la conjunción adversativa "mas", que siempre se puede sustituir por "pero".

Corregimos la anárquica pintada:



Mucho mejor, dónde va a parar.


domingo, 14 de febrero de 2016

CELEBRAMOS EL AMOR CON POESÍA



Poner poesía amorosa hoy puede ser tópico, pero no por ello menos hermoso. Celebremos el día con un breve, brevísimo poema del gran Ángel González (1925-2008).

TODO AMOR ES EFÍMERO


Ninguna era tan bella como tú
durante aquel fugaz momento en que te amaba:
                                             mi vida entera.


Ángel González

(En la imagen, detalle de la obra Venus y Amor de Bronzino, siguiendo un dibujo de Miguel Ángel, del Museo Capodimonte de Nápoles).

sábado, 13 de febrero de 2016

A VUELTAS CON EL CONDE LUCANOR IV

LO QUE LE OCURRIÓ A UNA JOVEN POR NO ACEPTARSE A SÍ MISMA


Como de costumbre, Raquel y María estaban hablando de su día a día. Últimamente no se veían mucho, y por ello Raquel se sentía más sola de lo normal, así que decidió contarle a María la situación por la que estaba pasando.
-María, siento que todo esto me supera… El cambio de la ESO a Bachillerato, mis nuevos compañeros, mi constante problema con los chicos… Me siento insegura, más bien insatisfecha conmigo misma. Me da la sensación de que falla algo y ese algo soy yo… No me encuentro, ¿me entiendes? No sé cómo explicarlo… La cuestión es que, inevitablemente, me veo gorda, fea…, siempre reflejada en el espejo de forma negativa, y todo a pesar de que me insistan en lo contrario. Por ello, es que desde hace ya meses llevo tomando medidas, como dietas, deporte, beber mucha agua, dejar a un lado todo aquello que no sea natural para el cuerpo y muchas cosas más en las que no paro de pensar continuamente. Lo peor de todo es que, cuando empiezo a sentirme mejor, me doy "atracones" de comida, y la culpa es aún más grande de que era antes... No encuentro reposo, no me siento feliz... 
María, al escuchar los lamentos de su amiga, le contesta:
-Raquel- dijo María-, lo que te sucede es algo que se está haciendo común entre las jóvenes del siglo XXI. Os obsesionáis con vuestro cuerpo aun siendo preciosas tal y como sois. Mira, te aconsejo que no vayas por ese camino, busca ayuda, más te vale acabar con esto ya, porque, de no hacerlo, acabarás como Andrea, la chica que iba al instituto de la esquina.
Raquel ante tal contestación le pidió a María que le contase qué le había sucedido.
-Raquel- dijo María-, a Andrea, la chica con la que solíamos jugar de pequeñas, esa que no era muy atractiva que digamos, le ocurrió más o menos lo mismo que a ti. Empezó a obsesionarse con su cuerpo cada vez más; ¿y por qué? Por nada, por querer ser aceptada por los demás, por llamar la atención de aquellos que la veían andar por los pasillos, por sentirse querida por un chico… Llegó un momento en el que sí, su cuerpo empezó a parecerse a ese que tanto deseaba. Sin embargo, Andrea no se daba por satisfecha, tanta era su obsesión, que siempre se encontraba un defecto. La pobre chica acabó mal, muy mal. Si al principio estaba rellenita ahora estaba delgadísima y débil; si antes tenía pocos granos, ahora su piel se había demacrado, perdido su brillo; el esmalte de sus dientes se desgastó por causa de los jugos gástricos al vomitar… Tarde fue cuando se dio cuenta de lo que había hecho y mucho le ha costado rehabilitarse… Hay cosas que son irremediables, que siempre dejan huella, que siguen ahí…

Y tú, Raquel, si sigues así, acabarás como esa chica o puede que peor. Eres perfecta tal y como Dios te creó, con tu perfectas imperfecciones. Y, ¿quién sabe si un día algún chico amará esas imperfecciones? Sé optimista. Deja de decirte a ti misma lo difícil que es tu vida. Nadie dice que sea fácil. Céntrate en luchar y mejorar lo que esté en tu mano. Acepta la envidia y los celos que puedas sentir hacia alguien, exprésalos si hace falta… pero no dejes que te destruyan. Dale una patada al perfeccionismo, reconoce tus logros…
A Raquel le encantó todo esto que su amiga María le había aconsejado, siguió sus recomendaciones a partir de ese momento y, aun costándole, le fue bien y logró sentirse mejor consigo misma.
Y como vi que este cuento era bueno, lo he puesto en este libro, mi diario, y he escrito unos versos que dicen así:

“Si feliz quieres estar,
Tu cuerpo has de cuidar”.

Anónimo


viernes, 12 de febrero de 2016

A VUELTAS CON EL CONDE LUCANOR III



LO QUE LE SUCEDIÓ A UN HOMBRE QUE NO PODÍA DEJAR DE FUMAR.


Se encontraba Jaime hablando con su mejor amigo, Alberto, y le dijo:
-Alberto, llevo tiempo intentando dejar de fumar y por más que lo intento no soy capaz, ni los chicles de nicotina ni el cigarro electrónico me ayudan. Por favor, ayúdame a dejarlo.
Alberto lo escuchó con mucha atención y le dijo:
-Jaime, tu problema me recuerda mucho al que tuvo mi hermano Antonio.
Jaime le pidió que se lo contara.
-Tuve un hermano llamado Antonio que empezó a fumar desde muy joven. Él siempre decía que quería dejarlo y que utilizaba métodos como los parches de nicotina para ello, pero realmente lo que le faltaba era voluntad, realmente no quería dejarlo y no se esforzaba para ello. Esto se debía a que aún no le había provocado ninguna enfermedad. Varios años más tarde, le diagnosticaron un cáncer de lengua y de pulmón, pero era tan adicto que no pudo dejarlo, lo que le provocó una metástasis y le ingresaron en el hospital urgentemente. Allí dejó de fumar, pero estaba muy angustiado porque su cerebro lo necesitaba y la metástasis era tan grande que al final no pudieron hacer nada y murió.
Así que ya sabes, Alberto, si realmente quieres dejar de fumar, lo que más te ayudará será tu fuerza de voluntad y no los métodos farmacéuticos, pero como sea demasiado tarde te será muy difícil dejarlo.
Alberto siguió el consejo de Jaime y consiguió dejar de fumar poco tiempo después.
Y como vi  que este cuento era bueno, lo hice poner en este libro y escribí  unos versos que dicen así:

“Si un vicio quieres dejar,
tu fuerza de voluntad deberás utilizar”.


Javier Martínez Estévez, BCT11

jueves, 11 de febrero de 2016

A VUELTAS CON EL CONDE LUCANOR II

DE LO QUE LE SUCEDIÓ AL HOMBRE QUE PERDIÓ LA OPORTUNIDAD DE SER AMADO


 ¡Patronio! ¡Patronio! -gritaba el conde Lucanor. ¡Necesito tu ayuda!
Dígame, señor mío –dijo el sirviente.
Ayer estaba yo dando un paseo por Sanlúcar de Barrameda, cuando me encontré a una muchacha –explicaba el señor-. Sin querer, tropecé con ella y cuando la vi sentí que sería el amor de mi vida, ¿qué me aconsejaría usted que hiciera?
Esto que me cuenta usted, me recuerda una vieja historia que me contó mi madre cuando era chico –le contestó Patronio. La historia decía así:
Érase un mozo al cual nadie quería, no se sabe bien el por qué, ya fuera por sus apariencias o ya fuera porque no tenía dinero. Un día iba tan tranquilamente paseando cuando tropezó con una señorita por casualidad. El chico se disculpó y la chica, tan amable, quiso quedarse un rato a hablar con él. Estuvieron hablando durante horas, pero la mujer ya se tenía que ir y entonces quedaron para verse otra vez, en aquel mismo sitio, al día siguiente.
El muchacho pensó que esa señorita era demasiado para él y que se merecía algo mejor, por lo que no se presentó a aquella cita y perdió la oportunidad de ser querido por alguien.
Con esta historia que le cuento –explicaba Patronio– le quiero venir a decir que, si a usted le ha gustado aquella muchacha, vaya tras ella y no la deje escapar, ya que no sabe si volverá a sentir eso por otra persona.
Al conde Lucanor le gustó el consejo dado por Patronio, decidió llevarlo a cabo y le fue bien; y como a mí me ha parecido de interés, lo he contado aquí.

Moraleja:

                      Aprovecha sin dudar el momento,
                       o la oportunidad se la llevará el viento.

 Lucía Pérez Rodríguez, BCT11   




miércoles, 10 de febrero de 2016

A VUELTAS CON EL CONDE LUCANOR I

Estamos convencidos de que nuestros alumnos necesitan escribir, escribir y escribir para poder domar "el rebelde y mezquino idioma", como decía el poeta. Deben intentarlo una y otra vez porque no hay cosa más difícil que cuajar con palabras el pensamiento. De hecho, el pensamiento se sustenta en palabras y, si no se sabe construir con ellas, las ideas no tendrán consistencia.

En fin, desde el departamento de Lengua y Literatura no dejamos de intentarlo y cualquier excusa es buena. 

Los alumnos de 1º de Bachillerato han tenido que estudiarse El conde Lucanor, obra inmortal de don Juan Manuel (allá por el siglo XIV), así que les hemos pedido que escribieran ellos un cuento con la misma estructura que los de don Juan. Iremos dejando aquí algunos de ellos, todos con sabrosos consejos. Disfrutadlos.

DE LO QUE LE SUCEDIÓ A UNA MUJER POR NO PEDIR AYUDA



Otra vez estaba el conde Lucanor hablando con Patronio, su consejero, y díjole así:
-Patronio de un tiempo acá, he notado que se meten conmigo en la escuela por ser como soy. Y tengo tantos pensamientos negativos y tanta depresión dentro de mi alma, que por más que intento evitarlos, no hablando en clase y no relacionarme con nadie, no sirve de nada. Y ya no sé qué hacer.
Lo escuchó muy atentamente Patronio, y contestó al conde:
-Señor conde Lucanor –dijo Patronio- lo que os acontece a vos se parece a lo que le sucedió a mi amiga Juana en su época de estudiante.
El conde muy desesperado, rogó que le contara lo que le había ocurrido a su amiga.
Señor conde –dijo Patronio- en mi clase había una muchacha llamada Juana, que era muy callada y poco sociable, debido a que de pequeña le había costado mucho aprender a leer y a escribir y cuando fue creciendo le aparecieron más problemas, ya que tenía que entender y estudiar muchas cosas.
Los compañeros se metían mucho con ella por cómo era y porque no entendía las cosas. También hacia preguntas tontas, según ellos, aunque para ella no lo eran. Muchas veces se equivocaba al leer o en cualquier otra cosa y se reían. Siempre estaba deprimida y para evitar que se metieran con ella no hablaba ni se relacionaba con nadie, pero esto empeoraba las cosas, ya que lo acumulaba todo y en su casa explotaba y se echaba a llorar, sola. Lo bueno de Juana era que se esforzaba mucho y era muy trabajadora, incluso sacaba buenas notas.
Así Juana decidió hablar con sus padres y con su tutora y se les contó todo lo que le ocurría. Estuvo mucho tiempo en psicólogos y apoyos que la ayudaban a superar todo esto y lo que venía después. Sus padres y su tutora la animaban en todo para que siguiera adelante en todo lo posible y Juana empezó a relacionarse a tener amigos y a sentirse feliz.

Y vos, señor conde Lucanor, si seguís aguantando todo solo vais a estar peor. Tenéis que pedir ayuda a quienes os quieren y os aprecian, aunque vos no los veáis, tenéis muchos. Y no saben lo que os pasa y nadie os puede ayudar si no ponéis vuestro granito de arena. Y si pensáis que no os van a ayudar, eso no es así, porque sois muy trabajador y un buen estudiante. Como lo que le dijeron un día a Juana:”Vale más el trabajo que la inteligencia”.

Al conde Lucanor le gustó mucho esto que Patronio le contó, siguió sus consejos y le fue bien.

Y como don Juan vio que este cuento era bueno, lo hizo poner en este libro y escribió unos versos que dicen así:

“Con ayuda y dedicación,
 te saldrá todo a la perfección”


Laura González Pajuelo, BCT11


lunes, 8 de febrero de 2016

CELEBRAMOS EL DÍA DE LA PAZ CON POESÍA

BANDERAS POR LA PAZ, VERSOS CONTRA LA GUERRA

La poesía está ahí, a nuestro alcance. A nosotros nos toca acercarla a los alumnos, enseñarles a amarla. Así que aprovechamos cualquier evento para demostrar que sirve para todo.

Así de bonitas han quedado las banderas por la paz llenas de poesía.



















Desde aquí damos las gracias a los alumnos que han colaborado, y les regalamos otro poema:


LABOR

PAZ para la pluma y para el aire.
PAZ para el papel y para el fuego.
PAZ para la palabra y para la tierra.
PAZ para el pan y para el agua.
PAZ para el amor y para la causa.
PAZ para el pensamiento y para el camino.
PAZ para la semilla y para el átomo.
PAZ para la obra y para el hombre.


Blas de Otero (1916-1979)



domingo, 7 de febrero de 2016

HISTORIAS DE TERROR V

 BALPURGI



Esta historia está basada en hechos ocurridos durante el mes de octubre de 1957.

  El señor y la señora Balot decidieron cambiarse de casa por motivos de trabajo. Ya lo habían hecho en varias ocasiones, y esta vez se trasladaron al pueblo de Balpurgi, (un pueblecito muy pequeño situado al norte de Irlanda).

   El mismo día que llegaron a su nueva casa recibieron la visita de los vecinos más cercanos, y para darles la bienvenida, cada uno llevó un postre recién hecho. Lo extraño de estos vecinos es que todos eran ancianos.

   A la tarde siguiente, una tarde fría y oscura, la señora Balot decidió ir a casa de sus vecinos para devolverles las bandejas donde habían traído los postres, y cuando llegó al lugar se quedó paralizada. Esas casas preciosas y enormes donde vivían sus vecinos, eran ahora casas deshabitadas, viejas, en ruinas y llenas de telarañas. Parecía que nadie vivía allí desde hacía muchísimo tiempo.

   Decidió entrar en la primera casa y observar . Iba despacio y con mucho miedo. Subió a la primera planta y entró en una habitación fría y oscura, con retratos de personas ancianas colgados en las paredes. Todo era muy extraño.

   La señora Balot pudo ver que detrás de la puerta había un espejo, se acercó y comprobó que al mirarse, su cara iba envejeciendo de una forma que daba miedo. Se retiró rápidamente y decidió salir de la casa. Al bajar las escaleras, vio que la seguían todas esas personas ancianas y con caras horribles que estaban en los cuadros. Escapó como pudo y cuando llegó a casa se lo contó a su marido. Los dos decidieron marcharse de allí y trasladarse a otro lugar.

   En el pueblo se cuenta la historia, de que en esa casa fueron asesinadas muchas personas por ser ancianas, y que de vez en cuando aparecen para apoderarse del rostro de alguien joven y vengarse de esa forma, pero nadie se lo había contado al joven matrimonio porque creían que no volvería a pasar y así poder llenar el pueblo de gente joven otra vez.

                                                             Alicia Talavera Peña,  E 1.5

Para conocer más creaciones de esta pequeña artista, recomendamos que echéis un vistazo a su magnífico blog. Pinchad en la imagen.







viernes, 5 de febrero de 2016

EL NIÑO Y EL ELEFANTE

TALLER DE NARRACIÓN

En 2º de la ESO se ha realizado un taller narrativo que consistía en contar una historia a partir de una fotografía. Hemos elegido la mejor. Aquí tenéis la imagen y su historia. Esperamos que os guste.


EL PEQUEÑO ELEFANTE

Me levanto. Otro día igual, las mismas rejas, las mismas personas. Ahora es cuando entrará la misma chica de siempre diciendo lo mismo de siempre.

-Buenos días, Marfil. Vamos a prepararnos, que van a empezar las horas de visita.

Marfil, así es como me llaman. Las horas de visita, esas horas donde montones de "hijos", "papás" "abuelos" -lo sé porque así se llaman entre ellos-, se paran frente a mí y actúan como si fuese algo divertido. Les gusta verme comer, y por eso me tiran todo tipo de comida. Ellos saben que me sienta mal, pero aun así me la siguen dando porque les parece divertido.

Pero hoy es diferente. Hoy hay un niño, un niño que no me tira comida, que no se ríe de mí.

-Vamos, Steven, tenemos que irnos.

Steven, así es como le llaman.

Steven viene casi todos los días. Hoy vendrá, seguro. Me levanto y espero. Por fin le veo. Al lado suyo hay otro niño que se agacha para coger algo.

-Vamos a tirarle esta piedra.

Me va a hacer daño. Steven le quita la piedra. Retrocedo asustado. Ese niño que no se ríe de mí como los demás, me va a hacer daño. Pero no, tira la piedra al suelo y me mira.

-Tranquilo, no te voy a hacer daño.

Me acerco a la verja, tanto que los niños se asustan. Steven se queda quieto. Alargo mi trompa para intentar acercarme a él.

-¡Steven, aléjate de ahí!

-¿Qué pasa, señora? Oigo decir a uno de los chicos que me cuidan.

-Este elefante puede hacer daño a mi hijo.

-Tranquila, señora, nosotros nos encargamos.

El chico entra en mi jaula y me lleva hasta un sitio más pequeño y más oscuro que el de antes. No sé qué me van a hacer.

Hay un hueco. Asomo la cabeza y le veo. Ese chico, el que no se rio de mí, el que no me tiró comida, el que no me tiró la piedra; ese niño viene a ayudarme otra vez. Le veo correr, y algo que va a mucha velocidad, le hace desaparecer. No le veo y me pongo nervioso. Al rato oigo las pisadas del chico que me ha traído a este sitio, lleva algo en la mano. Se acerca y noto un poco de dolor. Empiezo a verlo todo negro y después...; después no siento nada.

Sandra Domínguez, E 2.3


jueves, 4 de febrero de 2016

VISITA AL ATENEO DE MADRID

Los alumnos de E 4.3 visitaron hace unas semanas el Ateneo de Madrid. Fue una visita francamente interesante. Aprendieron muchas cosas de la historia de de España y de su cultura. Nos guió Mayte Pedraza, vocal  de la Junta Directiva y apasionada ateneísta.

No se pudo ver la magnífica biblioteca porque estaban rodando una serie televisiva, pero, a cambio, pudieron hacerse una foto con uno de los actores: Joel Bosqued. 




miércoles, 3 de febrero de 2016

HISTORIAS DE TERROR V

LA CASA DE LA ABUELA



El Día de Difuntos me despertó mi madre entrando en mi habitación con el teléfono en la mano.

-Hija, este finde irás a casa de la abuela -dijo resaltando la palabra "irás".

-¿Tú y papá no iréis?

-No, pero tus primas sí. Recoge tus cosas que en una hora nos vamos.

No me dio tiempo a responder porque ya había salido de mi habitación. Me vestí, junté algunas cosas y las metí en una mochila; después bajé. Me subí al coche y fuimos hacia la casa de mi abuela, una pequeña casita apartada del pueblo en el que vive. Llegamos y vi a mis primas que habían llegado un poco antes. Me bajé del coche y me despedí de mis padres.

-Cuídate, y cualquier cosa, llámanos.

Se fueron y entré en la casa con mis primas Paula y Valentina. Dentro de la casa había muchas, muchas fotos de mi abuelo: en las paredes, sobre la mesa o sobre cualquier mueble. Me animé a preguntar.

-Abuela, ¿por qué hay tantas fotos del abuelo?

-Ya sabes que ha muerto. Es para recordarlo.

-¿De qué ha muerto? Nadie me ha contado nada -insistí yo picada por la curiosidad.

-Fue asesinado.

No pude decir nada, miré a mi abuela y vi que tenía una mirada extraña, parecía como si tuviera la mente en blanco, no había ninguna expresión en su cara.

-Bueno, abuela, vamos al pueblo a dar una vuelta- interrumpió Paula.

-Yo me quedo- dijo Valen.

-Yo también, no quiero salir- añadí yo.

Mi abuela y Paula se fueron, y me quedé sola con Valentina. Subimos a nuestro cuarto y acomodamos las cosas en su sitio. Como nos aburríamos, decidimos salir al jardín. Bajamos las escaleras y nos dirigimos a la puerta, pero no pudimos abrirla. Busqué las llaves en el cajón donde las guardaba la abuela, pero no estaban. Escuchamos un ruido arriba y creímos ver una sombra. Mi prima tenía miedo y se agarró a mí. Yo la tranquilicé. Escuchamos el sonido de cristales rotos. Decidimos subir a nuestro cuarto y allí vimos un jarrón roto en el suelo. Valen estaba cada vez más asustada y gritó con todas sus fuerzas al ver una figura blanca que se acercaba. Me acerqué a ella: era mi abuelo. Lo saludé tartamudeando.

-¿Qué hacéis aquí? No podéis estar aquí.

Sus palabras no sonaron con esa típica voz de fantasma de película, más bien parecía la de una persona normal, viva, que intentaba gastarnos una broma. Eso es, esto es una broma, pensé.

-¿Dónde estás, abuela?- dije yo.

-¿Qué dices, prima?, la abuela no está- dijo Valen.

-¿No ves que nos están gastando una broma?

-No lo creo- me contestó mi prima.

Era evidente que estábamos realmente solas. La figura había desaparecido. Oímos golpes en la habitación de al lado. Cuando entramos, vimos una ventana rota y que un rayo entraba por ella e iluminaba el cuadro de mi abuelo que había en la pared.

Escuchamos que la puerta de entrada se abría y las voces de mi abuela y Paula que ya estaban de vuelta. Cuando vieron nuestras caras de susto, nos preguntaron que qué nos pasaba. Les contamos todo lo ocurrido y, obviamente, no nos creyeron.

El resto del fin de semana pasó rápido y no volvió a ocurrir nada raro, aunque Valen y yo estuvimos muy inquietas. Cuando llegó la hora de volver, me preparé, salí de la casa, entré en el coche y, al mirar hacia la casa, allí estaba mi abuelo mirándome desde una ventana.

Rahela Cristina Petrosel, E 2.1


lunes, 1 de febrero de 2016

HISTORIAS DE TERROR IV

LA LLAMADA OCULTA





Un día normal como puede ser hoy, Mary se disponía a marcharse a clase. Cogió el bus de las ocho y cinco en la puerta de su casa, tras siete paradas cogió otro que la llevó hasta la parada más cercana de su instituto. Llegaba cinco minutos antes de la hora señalada para empezar las clases, como siempre, pero lo que a ella no le resultaba normal era estar recibiendo llamadas desde un numero oculto cada vez que el autobús hacia una parada. Ella respondía, pero nada se oía al otro lado de la línea, así que colgaba esperando que esa misteriosa persona volviera a llamar. Pero nada, no volvió a recibir ninguna llamada en toda la mañana, así que siguió con su día normal.

Terminó su jornada lectiva, charló a la salida con sus compañeras y se dispuso a ir hacia la parada del autobús para volver a casa. Ya se había olvidado de las llamadas de esa mañana, por eso se sobresaltó al ver que en la primera parada que hizo el autobús su móvil volvía a sonar. Enfadada, respondió la llamada, pero esta vez fue diferente, al otro lado de la línea se oía la respiración entrecortada de alguien, Mary, por más que preguntaba quién era, no recibía respuesta. Indignada se dispuso a colgar, pero, para su sorpresa, la persona misteriosa pronuncio unas palabras: “Te veo”. Y colgó. Mary dirigió la vista hacia las personas que se encontraban en el autobús, pero ninguna tenía un teléfono en la mano, nadie la miraba, ni se comportaba de forma extraña. Para Mary todo era realmente misterioso. Cuando se quiso dar cuenta  ya estaba a una parada de su destino. Bajó corriendo del autobús y desde fuera, miró a sus pasajeros y, para su sorpresa, vio a un encapuchado en la última fila que no había visto antes. Se quedó fijamente mirándolo y este, cuando el autobús estaba a punto de girar la calle, ya lejos de Mary, giró la cabeza y la miró fijamente, retiró su capucha y ella pudo ver sus ojos inyectados en sangre que la miraban con perversidad. Mary, asustada, subió a su casa y no pudo quitarse de la cabeza en toda la tarde los ojos de aquel chaval que la miraban fijamente. Pero sonó algo que la hizo salir de sus pensamientos: una llamada a su móvil, un número oculto. Respondió la llamada y se encontró con el siguiente mensaje, con una voz ronca parecida a la de la llamada anterior: “Sé que le has visto, pero ese no soy yo.” A Mary no le dio tiempo a articular ni una palabra, pues este colgó rápidamente.

A la mañana siguiente, Mary, perpleja por lo que había sucedido la tarde anterior, no podía dejar de pensar en ello de camino a clase. De pronto recibió una llamada otra vez, número oculto, descolgó y desde el otro lado de la línea, la voz ronca de siempre empezó a decir todos sus secretos y pensamientos, esos que nadie sabía, solo los que habitaban en la mente de Mary. Se dio cuenta de que este misterioso personaje había entrado en su mente. Horriblemente asustada hizo lo posible por dejar de pensar en ello; a lo mejor así salía este de su mente, pero fue en vano, cada vez era peor, ya no recibía llamadas sino que esa misteriosa voz la hablaba desde el interior de su cabeza, dándole órdenes y pervirtiendo poco a poco su mente sin que ella tuviera fuerzas para poder remediarlo.

Y así, día tras día, Mary se fue convirtiendo en una persona de la que era mejor alejarse. Ella no sabía qué le estaba pasando, solo se dejaba guiar por la persona que se había metido en su mente.

Hasta que un día, este misterioso personaje que se había hecho dueño de la mente de aquella muchacha decidió acabar con la vida de esta. Mary se dejó llevar por el impulso de su mente controlada. Poco a poco fue cortando sus muñecas con esa cuchilla con la que ya se había desahogado alguna que otra vez, creyendo que así aliviaba sus problemas; pero esta vez los cortes eran profundos y la sangre brotaba de ellos. Cuando Mary estaba casi inconsciente, mojó su dedo en la sangre derramada en el suelo y escribió en la pared “NO DEJES QUE TU MENTE TE DOMINE.” Pero su último impulso antes de morir, fruto de la manipulación de su mente, fue borrar el “NO” de aquella frase.

Carlota Martín, E 2.3